Trágico accidente en La Madrid

Son esas cosas que cuesta comprender.
Son esas cosas que como Hijos de Dios cuesta entender.
Lo que pasó ayer domingo con estos 6 jóvenes de La Madrid es dificil de entender.
Por si alguno no está en tema todavía, ayer domingo 11 de Enero de 2009, 6 jóvenes (1 chico y 1 chica de 20 años cada uno, una chica de 17, una chica de 16 y dos chicas de 15) de nuestra ciudad murieron a raíz de impactarse el auto en el que transitaban por la ruta 86 contra un árbol de grandes dimensiones del costado del asfalto, a la altura del acceso por la calle Rodríguez Peña a nuestra ciudad, y luego de rozar a otro auto que venía adelante en el mismo sentido.
Y si como Hijos de Dios, cuesta entender estos acontecimientos, ¿Cuánto más le costará a las familias de estos chicos que no conocen a Dios como su Salvador y que no encuentran sentido alguno en un hecho de estas características?
Siempre duele cuando alguien muere e impacta...pero mucho más cuando son jóvenes...y mucho más aún cuando son 6 en el mismo hecho.
Es sabido que acá en La Madrid nos conocemos todos, aunque sea de vista, aunque sea a algún familiar.
Y esto me lleva a pensar en cuántas veces malgastamos el tiempo compartido con estas personas hablando de vanalidades y temas de actualidad, y nunca le compartimos nuestras bendiciones y los regalos que Dios nos da, y la esperanza de una vida eterna, luego de dejar de existir en este mundo terrenal, al lado de nuestro Dios y Padre.
Y en el devocional de ayer también reflexionábamos sobre esto: Dios nos llama la atención y exige un compromiso de nuestra parte para lograr que estas familias puedan tener esperanzas.
Si nosotros estamos tranquilos de que luego de morir a este mundo pasamos a una mejor vida en la eternidad del cielo junto a nuestro Padre celestial, ¿Por qué a veces tenemos el "egoísmo" de no compartir esta esperanza con nuestros vecinos y amigos?
No sé si estarán de acuerdo con lo que escribo...tampoco sé si hago bien en escribirlo porque no sé qué puedo generar con esto; pero sí sé que al tener a Jesús en mi corazón cuando muera estaré en el cielo junto a mi Padre, y procuro entonces compartir esto con amigos, para que ellos también tengan la esperanza de una vida eterna en el cielo.
Saludos a toda la familia, y si alguno todavía no ha aceptado a Jesús como SU SALVADOR PERSONAL y está sin la seguridad de tener asegurada la vida eterna, le pido por favor que empiece a pensar que estas cosas nos pueden pasar a cualquiera en cualquier momento. Y Dios primeramente, y luego cada uno de los que componemos la familia AGUIRRE (con todas sus derivaciones) DESEAMOS QUE ADEMAS DE COMPARTIR LA FAMILIA DE SANGRE PODAMOS COMPARTIR LA FAMILIA ESPIRITUAL, SER HERMANOS EN LA FE, Y VIVIR ESTA VIDA CONFIADOS DE QUE AL PASAR A LA ETERNIDAD SEGUIREMOS ESTANDO JUNTOS Y DISFRUTANDO DE SER UNA GRAN FAMILIA.

Cariños y abrazos para todos.
Javier.
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